El sildenafilo, más conocido por el nombre comercial de Viagra, es un medicamento de venta con receta ampliamente utilizado para el tratamiento de la disfunción eréctil (DE) y, en menor medida, de la hipertensión arterial pulmonar (HAP). Funciona aumentando el flujo sanguíneo a ciertas partes del cuerpo, ayudando así en el proceso fisiológico de una erección.
La dosis recomendada para tratar la disfunción eréctil varía de una persona a otra. Un profesional sanitario determinará la dosis más adecuada a las necesidades del paciente, pero normalmente se administra una dosis inicial de 50 mg. La dosis máxima recomendada de Viagra es de 100 mg al día. Cualquier dosis superior, como 150 mg o 200 mg, se consideraría un uso no indicado en la etiqueta.
Aunque el uso no indicado de medicamentos no es infrecuente, conlleva riesgos. La seguridad y eficacia de las dosis superiores a los 100 mg de sildenafilo recomendados no están totalmente establecidas. Las dosis más altas podrían asociarse a un aumento de los efectos adversos o, potencialmente, a toxicidad para las células del ojo.
La sobredosis de sildenafilo puede provocar diversos síntomas.
Éstos pueden incluir manifestaciones físicas como dolor torácico, mareos, náuseas, especialmente durante la actividad sexual, o síntomas oculares como alteración de la discriminación del color azul/verde y visión borrosa.Los efectos adversos graves pueden incluir hipotensión, taquicardia, parada cardiaca o acontecimientos potencialmente mortales.
Se ha notificado un caso en el que un varón de 56 años con antecedentes de diabetes y otras comorbilidades fue hallado muerto debido a una sobredosis mortal de sildenafilo. Estos casos ponen de manifiesto las graves consecuencias del consumo indebido de medicamentos y la posibilidad de que se produzcan sobredosis mortales.
Los pacientes con ciertas afecciones comórbidas como diabetes mellitus, hipertensión, alcoholismo crónico y trastornos anxio-depresivos pueden tener un mayor riesgo de complicaciones asociadas a la sobredosis de sildenafilo. Estas personas deben extremar la precaución y consultar a su médico para determinar una dosis segura y eficaz.
En caso de sospecha de sobredosis, debe buscarse atención médica inmediata. Es fundamental que llame inmediatamente a su médico, así como a los Centros Nacionales de Toxicología. Si se producen síntomas graves como dolor u opresión en el pecho, debe ponerse en contacto inmediatamente con los servicios de urgencias.
Las investigaciones han indicado que las dosis altas de sildenafilo, como las que se utilizan fuera de lo indicado, pueden provocar toxicidad celular en el ojo y exacerbar potencialmente los síntomas de sobredosis. Sin embargo, es necesario seguir investigando para comprender plenamente la seguridad y eficacia de dosis tan elevadas.
En la actualidad, no existe un antídoto específico para la sobredosis de sildenafilo. El tratamiento suele consistir en cuidados de apoyo, siguiendo los principios generales del tratamiento de las intoxicaciones. Se sigue investigando sobre los efectos y el tratamiento de la sobredosis de sildenafilo, con la esperanza de mejorar las estrategias de tratamiento de estos casos.
En conclusión, el sildenafilo, o Viagra, es un tratamiento eficaz para la disfunción eréctil, pero su uso indebido puede provocar una sobredosis con consecuencias graves o incluso mortales. Los síntomas de sobredosis pueden incluir malestar físico, problemas de visión o problemas cardíacos graves. La atención médica inmediata es fundamental en estos casos, y se siguen investigando estrategias de tratamiento. Siga siempre las recomendaciones de dosificación de su profesional sanitario para mitigar los riesgos de sobredosis.